Por Alicia Misrahi
Estás entrando en un campo de minas, chica. Por diversas razones, todas esas señales de que está loco por nosotras que nos llenan de gozo, satisfacción y amor son, en realidad, indicios de un grave problema a corto, medio o largo plazo.
“¡Oh,
qué mono! Va a presentarme a su madre”
¡Va de Retro, Insensata!
Tras esa presentacion familiar de dudoso
placer que tanto has luchado por conseguir, vendrán una serie de innumerables
encuentros interminables.
Hay un estudio que asegura que el 64% de
las mujeres definen su relación con la suegra como hostil, difícil o incómoda…
¿Por qué tiene que demostrarte su amor o
que va en serio presentándote a su familia? Desechemos los viejos tópicos.
“Se
acuerda de todo lo que le cuento”
Si conoce el nombre de todas tus amigas y
todas sus características y recuerda todos tus asuntos y horarios, cuando
necesites mentirle no podrás hacerlo…
Además, uno de los principales encantos
de los hombres y de su falta de memoria es que los entretienes con poco esfuerzo:
puedes repetirles veinte veces la misma historia o anécdota y siempre es nueva
para ellos…
“Tras
la segunda cita ha insistido en que conozca a su madre”
Si es él el que quiere presentarte a toda
costa a su madre, me temo que la cosa no va de que tú la conozcas a ella, sino
de que ella te vea a ti, lo que no es una prueba de amor, sino sólo “una
prueba”. Y hasta puede ser que no la pases o que sería mejor que salieras
huyendo, ahora que estás a tiempo, de ese hombre con mamitis aguda. ¡Peligro!
Si dice siempre que nadie cocina como su
madre, que adora a su mamá y está siempre colgado del teléfono con ella, estás
en zona de explosión nuclear.
“Puedo
hablar de todo con él”
Perfecto mientras no acabéis hablando
cada dos por tres –y casi en exclusiva- de colores de sombras de ojos, de los métodos
de depilación más efectivos, de chismes
de las celebrities o de tus amigas (peor todavía), de tendencias de moda o de
los mejores analgésicos y medios para combatir el SPM… etc.
Corres el peligro de que sufra tus
dolores menstruales como si fueran suyos y que le tengas que acabar consolando
tú.
“Continuamente
me sorprende con visitas sorpresa”
¡Qué encanto! Siempre está de paso por
los lugares donde estás tú y viene a verte, te llama al móvil o te envía
mensajitos cada cinco minutos y no puede pasar tres segundos sin saber de ti y
qué haces.
No tiene porque ser un controlador
posesivo que pueda virar rápidamente a celoso compulsivo con tendencias
furiosas, pero un poco de distancia nunca va mal.
Cuando no sabes de él desde hace cinco
minutos y piensas que te ha olvidado o que ya no te quiere no es amor: es
obsesión.
“Se
interesa por todo lo que hago”
Si quiere explicaciones continuas sobre
dónde has estado, con quién, qué has hecho, qué has dicho y qué vas a hacer y
qué piensas, estás a punto de ahogarte en las tormentas del Control aunque
ahora mismo te parezca que él besa el suelo que tú pisas.
Dentro de poco, serás tú la que beses el
suelo mientras te pisa.
“No
nos separamos ni un minuto”
¡Me ahogoooo! Quizás en los primeros
tiempos de inseguridad y zozobra
emocional, que quiera hacerlo todo contigo resulta muy agradable y parece una
señal indiscutible de que está loco por ti (al fin y al cabo, no tienes tiempo
ni de plantearte que no va a volver porque lo tienes siempre colgando del bolso
o posado cual loro de tu hombro).
No obstante, tanta posesión puede indicar
no sólo que esté loco por ti, sino que está loco a secas o que no tiene vida
propia.
“Escucha
todo lo que digo”
¿Seguro? Igual está pensando en lo suyo y
no te está prestando atención realmente.
Si no es así, está bien que sepa escuchar
y que le encanten tus palabras, pero también debería poner una parte de sí
mismo en la conversación.
A menos que quieras convertirte en
monologuista de club de la comedia.
“Me
quiere tanto que se pone celoso”
Entre los viejos y perniciosos
mitosmentiras sobre el amor el primer lugar lo ocupa la creeencia de que los
celos son demostración de amor.
Si fuera cierto, cuanto mayores fueran
los celos más nos amaría la otra persona y, sin embargo, cuanto más celoso es
el otro más insoportable y destructiva se vuelve la relación.
Si él es celoso no es porque te quiera
mucho, sino porque se quiere poco a sí mismo y se siente inseguro.
Olvídalo a no ser que quieras convertirte
en su psicoterapeuta o su felpudo. O ambas cosas.
“Se
suma entusiasmado a todas mis aficiones”
Has conseguido que venga a tu noche con
las amigas y ahora se ha convertido en un fijo, has logrado que vea contigo
todas las películas y las series que te encantan, que lea los libros que te
gustan y que escuche tu música… etc.
Chica, ¿tú quieres un hombre que esté
contigo y que te quiera o un discípulo lobotomizado?
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