
-Sentir o pensar que es lo que hay que hacer.
-Seguir el esquema clásico de noviazgo, compra de casa, hipoteca, matrimonio, hijos.
-Lleváis mucho tiempo como novios.
-Pensar que él cambiará una vez viváis juntos.
-Creer que la relación mejorará al formar una familia.
-Escogerle porque puede ser el padre de tus hijos.
-Superar una crisis en la pareja.
-Superar una crisis personal o una depresión.
-Superar un desengaño sentimental con otro hombre.
Tweet
-Porque una cosa lleva a la otra y de pronto estamos planeando nuestra boda.
Pensar que el matrimonio será una continuación del amor romántico que vivimos.
-Evitar que se vaya o nos abandone.
-Reducir los gastos de mantener dos casas o de tener que pasar las noches en un hotel porque no hay casa propia.
-No querer quedarse soltera.
-Sentar la cabeza y conseguir estabilidad.
-Considerar que la pareja es el estado ideal, aunque no sea con una persona a la que se quiere.
-Es lo mejor que nos hemos encontrado. “Tampoco está tan mal”, “es buen hombre” o frases similares deberían hacer sonar todas las alarmas.
-Queremos tener hijos y se nos está pasando el tiempo.
-Solventar nuestra vida porque pensamos que no somos capaces de defendernos y vivir por nuestra cuenta.
-Miedo a la soledad.
-Sentirse amada por el hecho de estar con alguien.
-Tener alguien con quien salir.
-Tener alguien para no estar sola por las noches.
-Tener asegurada una ración de mimos y de sexo.
-Salir de una vez de la casa paterna. Si es tan urgente salir de casa, comparte piso con amigas.
-Presión por parte de los padres, los amigos o la sociedad.
-Hay muchas más razones equivocadas. Antes de dar cualquier paso, miremos en nuestro interior.
Alicia Misrahi
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.