El espejo, esquirlas disparadas desde la caja que intenta en vano contenerlo, aparece
un instante antes que tú. Tú no llegaras jamás. Mirall trencat, espejo roto, quebrado
en su viaje hacia mí, deslucido presagio de nuestra juventud aún fresca y
mordiente que hoy muere un poco contigo. Entrevista con la vida, cita con la
muerte. Acudo temblorosa al encuentro con una verdad que no sospecho y en la
que me aterra reflejarme.