No es una patología, no es un desorden, no es un problema de
educación ni de socialización… Simplemente es un rasgo de carácter que
hace que todo se viva y se sienta con una intensidad y una profundidad
inusitadas, desconocidas e incomprensibles para los demás.
Las personas altamente sensibles (PAS) gozan mucho, sufren mucho y, en general, se sienten un poco incomprendidas. No son el alma de la fiesta; las aglomeraciones, el gentío, los ruidos fuertes y el exceso de movimiento y algarabía los desordenan y les ponen nerviosos.
Por Alicia Misrahi. Página web: www.aliciamisrahi.com