Por Alicia Misrahi
La ternura
Los hombres y las mujeres tenemos diversos mecanismos de funcionamiento a la hora de ser tiernos. Las mujeres necesitamos cariño para tener sexo y los hombres necesitan estar satisfechos sexualmente para dar mimos.
Pon picante en tu vida sexual y él se sentirá más inclinado a realizar demostraciones de cariño. Y tú estarás más satisfecha, tanto en el plano sexual como en el cariñoso.La variedad
Los hombres tienen un sentido práctico y acomodaticio por el que si algo les funciona no sienten ninguna inquietud por cambiarlo. Es el principio por el cual siempre piden el entrecot al roquefort. Una tarjeta de invitación sugerente a un restaurante nuevo (en el que no sirvan entrecot al roquefort) es una alternativa a la rutina.
Las sorpresas
Cuando haga algo que pueda parecerse mínimamente a una sorpresa, exclama: “Me encanta que me sorprendas” y, para asegurar el tiro, añade, “¿con qué me vas a sorprender el fin de semana que viene?”.La sensibilidad
Los hombres no son almas gemelas, nuestras almas gemelas son nuestras mejores amigas que nos comprenden a la perfección.
Los hombres son sensibles aunque, en muchos casos, no han tenido oportunidad de expresarlo.
Si esperas que un hombre escuche tu largo y detallado discurso sobre un problema, tendrás otro problema: te pondrás de los nervios porque te interrumpirá constantemente para dar soluciones.
Aprende de los medios de comunicación y dale un titular en el que explicarás el meollo del asunto y usa subtítulos igual de concisos para expresar las ideas relacionadas con el tema central.
La conversación pareja
Cuando empezamos una relación, locos y enamorados, cedemos para agradar al otro.
Con el tiempo, estamos menos dispuestos a regalar nada; cualquier concesión tiene que negociarse.
Podemos pedir que nos escuche atentamente, pero, también, debemos aceptar que, después de unos minutos, dé su punto de vista, ¿o queremos lucirnos en un monólogo de la tragedia en el que él hace de público?
Expresad qué es importante para cada uno para llegar a un acuerdo.
La curiosidad
Las mujeres nos interesamos por el mundo de las relaciones y de los sentimientos, mientras que ellos sienten predilección por el funcionamiento de los objetos. Plantear el mundo como un sistema en el que hay diversas piezas (personas) que juegan diversos papeles puede ser un inicio de acercamiento entre ambos mundos.
No necesitamos aprender sobre máquinas y enchufes, pero si él es habilidoso arreglando desperfectos no perdamos la oportunidad de alabarle por su habilidad.
La telepatía
La telepatía no forma parte de las cualidades ni de los hombres ni de las mujeres.
Sin embargo, muchas veces esperamos que ellos adivinen nuestros deseos más ocultos con “tácticas” como poner morros cuando han hecho algo que nos molesta pero no informarles de qué es o declarar repetidamente que no creemos en el Día de San Valentín y luego esperar que nos sorprenda con una velada especial.
Rasgo típicamente femenino que los hombres también experimentan, aunque como muchos no se dan cuenta, no sirve para nada.
De nuevo la concisión es el mejor aliado, en lugar de hablar en términos de sensibilidad y sentimientos, hablemos de justicia. Es un concepto más afín a su modo de pensar.
La sensualidad
La sensualidad, con ese mundo de caricias y besos, es uno de los principales puntos de desencuentro entre las parejas. Muchas mujeres se quejan de que sus compañeros son demasiado directos
Una sorpresa como un aceite de masaje sensual seguido de un buen masaje, relajante o sugerente, sentarán cátedra (la demostración y la práctica de lo que han visto son las mejores formas de que los hombres aprendan).
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