Trabajaba yo en un pequeño bar de club de tenis. Un cliente se dirigió a mí:
-Así, entre semana, ¿trabajas en otro bar?
-No, soy escritora y periodista -contesté remedando su amabilidad.
-¡Ah! ¿Has escrito algún libro?.
-Bueeeeeno -respondí, sonriendo y ocultando la risa-, unos quince.
-¡Ah! ¡Entonces el burro soy yo! -exclamó con pérdida total del tono condescendiente y de todos los papeles habidos y por haber.
Me resultó tierno en su azorada y espontánea respuesta. Me limité a sonreírle afablemente.
Si alguien tiene algún comentario o interpretación o aportación se lo agradeceré.
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