Por sorpresa, después de tanto tiempo,
ayer apareció mi Pepe por Whatssapp. Es alto y fuerte y era mi amante hasta que se echó novia.
Los dos nos alegramos mucho de vernos. Se
ofreció para venir a mi casa, para hablar un rato y le dije que sí.
Fui muy correcta. "Sólo amigos", pensé.
Por Alicia Misrahi. www.aliciamisrahi.com
Le besé en la mejilla. La traviesa que hay en mí pensó en girar la
cara rápidamente para atraparle los labios en un beso traicionero. No
hizo falta, en el segundo beso nuestros apéndices nasales chocaron y los dos
nos azoramos.
Nos sentamos en el sofá con un cafelito para hablar tranquilamente y su ternura fuerte y mi cariñoso salvajismo se abrieron paso, como
siempre.
Entonces me besó en la frente. Y yo a él.
Me sentí como Amelie pero con los papeles
cambiados.
Me beso en la comisura de los labios. Le
besé en el extremo opuesto de sus labios.
Nuestras bocas se unieron en un beso
jugoso y breve. Luego otro. Poco a poco nuestros cuerpos se iban acercando.
Acabé entre sus brazos con las piernas sobre las suyas, sentada a horcajadas encima de él.
Besos suspiro, besos apasionados que exploran
labios, lengua y sensualidad, besos cadenciosos, besitos tímidos, besos que
suben de tono, besos que bajan intensidad. Besos de desconocidos, besos de
reconocimiento.
De vez en cuando, bebíamos un traguito de
café y nos volvíamos a besar como si fuera lo único que pudiéramos hacer.
En otro momento le hubiera quitado la
camisa. No lo hice, aunque le acaricie la espalda. Él devolvió la caricia en mi
piel.
Los besos crecían, los besos menguaban,
los besos se paraban y volvíamos a hablar en una conversación salpicada de
besos en el cuello, de besos en el hombro, en la frente, en el pelo, en la
clavícula. Besos reencuentro.
No hicimos nada más que besarnos, con
diferentes intensidades y con la única intención de disfrutar del acto de
besar.
Se fue. Embriagados por tanto beso, nos
besamos de pie con los cuerpos juntos en el beso más largo de todos, intenso,
lento, lleno de promesas. Hoy va a volver.
No lo ha dejado con su novia, quiere
seguir con ella, pero sintió el impulso de venir a mí una vez más, sin
expectativas, sin remordimientos para el día después.
A veces se nos olvida que el beso es una
forma de comunicación en sí misma, una forma de disfrutar y tendemos a usarlo
sólo como "preliminar" para las relaciones sexuales. Nos olvidamos de
besar a nuestra pareja por el simple placer de besar, lo convertimos en un
trámite con un insípido piquito.
¡Reivindiquemos el placer de besar!
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Me parece tierno, maravilloso y excitante!... una excelente descripción del beso tan manido y tan amplio donde entra un universo de sensaciones únicas y personales... dulce, amargo, picante, salado, corto, largo, cálido, frio...y mas y mas y mas
ResponderEliminarAdoro los besos!