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sábado, 3 de septiembre de 2011

Sopitas de pollo para el alma LVII

De mi amiga Sanfaina Krisis, crítica consigo misma en estado crítico.

"Tengo la inteligencia emocional de un babuino que se tapa a la vez ojos y oidos pero emite todo lo que se le ocurre con la gran boca abierta.

Investigando un poco por los títulos más vendidos de autoayuda (género en el que se puede encuadrar mi libro aunque lo trituro), he encontrado algunas revelaciones sorprendentes, como que muchas personas (esos lectores que compran en masa los libros triunfantes) prefieren pensar que "el universo conspira a tu favor" (aaaggg, qué miedo!), "piensa en positivo y los éxitos acudirán a ti en fila india", "realiza diariamente tus visualizaciones y tus afirmaciones y los logros te lloverán del cielo o del universo" o cosas similares.

Es decir, muchas obras de autoayuda dan a los lectores lo que quieren oír para no sentirse miserables.

Algunos de estos libros (bastantes) son como esas presentaciones powerpoint “maravillosas” que nos hacen ver, con sus declaraciones empalagosas y edulcoradas, que somos maravillosos y que todo el mundo es bueno.

Triunfan afirmaciones como “nunca dejes de soñar, no pierdas tu niño interior” o "eres la fuerza que mueve montañas" que nos llenan de gozo y de emoción y nos hacen sentir especiales y que ya estamos en el camino por conseguir todo aquello que deseamos simplemente por sentir lo que quiere el libro que sintamos y pensar lo que nos dice que pensemos. Luego, nos olvidamos y todo sigue igual. Hasta la próxima...

Son sopitas de pollo para el corazón y el alma, calditos de autocomplacencia y conformismo para que nos nos enfrentemos a nuestros problemas y carencias y que nos prometen que con el poder de la fe podemos triunfar en todo. Pero, ¿de verdad alguien puede creerse que todo el mundo puede triunfar en todo lo que se proponga y llegar a lo más alto? Si todos llegáramos a lo más alto y fuéramos ricos y seduciéramos a todos y etc, estaríamos al minuto siguiente hundidos en el lodo en grupo.

No, no puedo escribir en esta línea y porque no prometo la eterna felicidad completa, mi libro se ha convertido en un antiséller.

Algún día me atreveré a contar de qué va mi libro, confesar el título me parece francamente difícil."

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