El sueño de publicar I

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De mi amiga y escritora alma gemela pero cada una con su personalidad :-), Regina Román, autora de Cuarentañeras y Un féretro en el tocador de señoras

Hay sueños que matan lentamente. Por hermosos que sean, mal llevados, mal entendidos, nos debilitan; es difícil no caer en sus redes hasta perder completamente la conciencia y mendigar un poco de amor, que en este caso, podemos llamar simple atención profesional. Es lo que pienso a veces, cuando leo las desesperadas llamadas que algunos autores noveles hacen a editoriales y agentes, suplicando un minuto de su tiempo, rogando porque tengan a bien leer sus manuscritos, esos trabajos en los que han invertido tanto tiempo, esfuerzo e ilusión. Y que como a nadie le parecen sus hijos feos, creemos lo mejor que hemos leído en el año. Y es justo. ¿Por qué no?

Las alternativas escasean. Las editoriales reciben a diario miles de manuscritos de toda clase y condición y no hay equipo humano capaz de dar salida a tal avalancha. La mayoría de ellos (no me atrevo a afirmar que todos), irán directos a una papelera. ¡Y pensar que yo enviaba manuscritos cuyas copias ascendían a 65 euros por barba, encuadernación de espiralilla incluida…! (...)

de Regina Román, el resto de este artículo interesante, animoso, luchador y ¡muy útil! está en su blog, Libros mejor que Prozac. Hay una segunda parte, todavía más esclarecedora.